El nuevo iPhone de 8 gigabytes costará como máximo unos 130 euros -199 dólares-, por lo que será mucho más asequible que su antecesor, que costaba 400 dólares, mientras que el modelo de 16 gigabytes valdrá 299 dólares. Eso sí, la presentación será similar al modelo anterior: la misma pantalla y un único botón, aunque algo más fino en su diseño y con una parte trasera de plástico negro, según ha explicado en el Marco de la Conferencia Mundial de Desarrolladores inaugurada en San Francisco el consejero delegado de Apple, Steve Jobs.
Gracias al 3G, el aparato será el doble de rápido que el primer iPhone a la hora de conectarse a internet, e incluso un 36% más veloz que la de sus competidores en esa capacidad, aseguró la compañía. Además, las nuevas posibilidades tecnológicas del teléfono suponen la instalación del paquete de desarrollo de software (SDK) dado a conocer en marzo, y que posibilita que programadores ajenos a Apple vendan aplicaciones específicas para este aparato.

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